martes, marzo 28, 2006

Discurso de Grados

“Cuando se nos otorga la enseñanza se debe percibir como un valioso regalo y no como una dura tarea, aquí está la diferencia de lo trascendente” Albert Einstein

Hoy estamos cosechando el fruto de nuestro sacrificio, de todo nuestro esfuerzo. Este no es el final de un sueño, es el inicio de una nueva etapa de nuestras vidas, que conlleva a una serie de expectativas, deseos, metas y esperanzas. Somos conscientes de la gran responsabilidad que significa recibir el título de bibliotecólogo, que nos acredita como agentes innovadores en la sociedad, como garantía de que vamos a ser útiles para el país. La determinación de nuestro futuro como individuos y como sociedad reside exclusivamente, en la capacidad que tengamos ahora de enfrentar los problemas propios de la disciplina de una manera estratégica e inteligente para fomentar el normal y buen transcurrir de los eventos.

Es aquí en la Universidad donde hemos aprendido a reflexionar a través de la enseñanza que nos impartieron nuestros maestros y que la percibimos como un valioso regalo que nos indica el paso que es necesario dar a partir del conocimiento objetivo del mundo, hacia las posibilidades de un conocimiento practico de lo social en el marco de una imagen moral del mundo.

La labor del bibliotecólogo toma significado en cuanto esté dirigida a la transformación positiva del hombre. Hoy resulta necesario abrir una ventana y dejar entrar la esperanza de cambiar este mundo de la vida, que se ha visto empobrecido y enrarecido, que se va estrechando cada vez más, legitimado por dogmatismos equivocados que se instalan a la sombra del desarrollo y del progreso, hasta convertirse en un mundo residual, que no es el mundo del hombre. Es por eso que hoy desde nuestro desempeño profesional nos corresponde indagar las causas de muchos fracasos y revaluar muchas ideas que resultaron incompletas para la búsqueda de un conocimiento científico que libere a los hombres de nuevos peligros, en su marcha progresiva hacia el mejor estar. De una cosa sí estamos seguros: por fundamentales que sean los cambios que ya se vislumbran en la estructura política, económica y social del mundo, estamos dotados de nuevas estrategias de combate en la lucha contra la injusticia, la ignorancia, las enfermedades, la explotación humana, el despilfarro y la guerra.

Nuestro compromiso con la familia, con la Universidad y con nosotros mismos, es la construcción del sentido del mundo como representación y por tanto como disponibilidad en un entorno donde los escenarios políticos demandan soluciones inmediatas y viables a los problemas que se derivan de la interacción de las fuerzas de la economía. Es nuestra responsabilidad profesional enfrentar los problemas de esta sociedad contemporánea con soluciones prácticas y productivas, que nos lleven a tomar decisiones inteligentes y acertadas.

En lo fundamental nuestro desempeño profesional debe ser tan idealista, tan valeroso y tan leal que permita influenciar los cambios sociales que ocurren con tanta celeridad provocados por el surgimiento de descubrimientos científicos y técnicos, las tecnologías en sus diversos formatos y formas, y la concepción de que la información es un activo más dentro de toda organización, porque se ha convertido en la materia prima para el desarrollo científico y técnico de nuestro país y del mundo.

Prometemos ser fieles a nuestro propósito, allá donde quiera que vayamos, hagamos lo que hagamos, hemos de dirigir nuestros esfuerzos en la construcción de un mundo más justo, más humano, un mundo donde quepamos todos.

No podemos concluir esta reflexión sin antes expresar nuestro agradecimiento primero que todo a Dios por darnos fortaleza y sabiduría, a nuestras familias, compañeros y amigos quienes durante todo este proyecto académico estuvieron a nuestro lado apoyándonos incondicionalmente, a todos los profesores, funcionarios y directivos de nuestra Escuela Interamericana de Bibliotecología, quienes desde diferentes instancias nos han apoyado y estimulado, para alcanzar los logros que sin duda alguna han superado las expectativas que pusimos cuando comenzamos.

Muchas gracias

Francisco J. Llano O.